¿Has hecho un entrenamiento y después no has tenido agujetas? ¿Piensas que por no tener agujetas el entrenamiento no ha sido efectivo? Esto no es cierto. Tal y como nos explica nuestro entrenador Isaac Tarín, las agujetas solo indican que tu músculo ha experimentado un cambio al que no estaba acostumbrado. Es decir, cuando entrenamos se producen unas microrroturas en los músculos que, posteriormente, si no estamos acostumbrados a realizar ese ejercicio, se traducen en pequeñas inflamaciones. Por este motivo, cuando ya llevamos un tiempo practicando deporte y con unos hábitos físicos, la inflamación baja y deja de existir. Entonces, las agujetas desaparecen.

Como bien ha explicado nuestro entrenador, las agujetas no justifican que un entrenamiento haya sido bueno o malo, sino que simplemente las tenemos cuando no estamos acostumbrados a realizar dicho ejercicio. A pesar de esto, hay personas que, por su genética, son más propensas a padecer agujetas que otras.

Si eres de los que padece agujetas, aunque no parezca cierto, hacer más ejercicio reduce las agujetas. Así que no te rindas, tras un día de agujetas, el ejercicio físico te ayudará a acabar con ellas.